LA SALUD HERIDA DE GRAVEDAD
En el umbral de una crisis sin precedentes, donde la Salud se encuentra herida de gravedad, nos vemos obligados a alzar nuevamente nuestra voz en esta “CARTA A LA CORDURA”.
Las profundas fisuras en nuestro sistema de salud exigen una respuesta urgente y decidida.
Fueron numerosos los comunicados y parecieron caer en el vacío, en el olvido, aunque el último fue hace más de un mes.
Igual la crisis avanzó.
Hoy podríamos abordar la grave situación que enfrentan los cirujanos del Hospital San Juan Bautista, con sus renuncias, que lejos de ser un llamado de atención, se optó por redoblar el problema.
Cómo que quedarse sin cirujanos en el Hospital Central de la provincia fuese un tema menor.
Preguntamos. ¿Si dentro de la crisis de las especialidades y lo escaso del recurso humano capacitado, en este caso de Cirugía, no es una alerta tremenda de quedarnos sin médicos en el sector público?
¿Como que operar un paciente por obligación o derivarlo al sector privado sea el escenario ideal?
Siempre, pero más hoy, es difícil sino imposible reemplazar un personal médico entrenado, de un día para el otro.
O quien reprograme una Cirugía sea alguien no idóneo, más que peligroso!!!.
Así se vive, en el San Juan, con días de reuniones eternas, con renuncias y con los demás Servicios Clínicos, de Internado, consultorios, o guardias con la misma problemática. Con los demás integrantes del Equipo de Salud afectados con una crudeza seguro mayor.
¿Es tan difícil ver que el Sistema de Salud Pública está al borde del abismo?
Observamos una pendiente negativa en cuanto a su personal, donde las deficiencias salariales son solo la punta del iceberg de problemas internos y externos que están afectando seriamente el acceso a la atención médica, y no solo eso, sino a la calidad de esa atención, especialmente para los más necesitados y vulnerables de nuestra población.
El personal sanitario trabaja en un ambiente hostil y desmotivador, incómodos siempre, donde la sensación de falta de valoración y reconocimiento es palpable.
Se habla de una percepción de persecución y desigualdad entre colegas médicos, tanto en términos salariales como en reconocimientos profesionales.
Es crucial que el análisis sea más profundo para abordar las asimetrías entre las Especialidades médicas, donde algunas son consideradas críticas y reciben un reconocimiento por parte del Estado, mientras que otras, que trabajan codo a codo en el mismo entorno, no son igualmente valoradas.
Esta disparidad en el reconocimiento y las condiciones laborales genera frustración y descontento entre los mismos profesionales, y afecta negativamente la eficiencia del sistema.
Se requiere revisar y corregir estas inequidades, ver cada arreglo o parche realizado.
Pero no desconocer los reconocimientos salariales que fueron otorgados por el mismo Estado.
La tormenta perfecta se da con la falta de recambio en las casi todas las Especialidades médicas y la carencia de incentivos para la formación y capacitación en residencias, ello genera un alejamiento de los jóvenes de la profesión, y del futuro entrenamiento.
La falta de una Política Sanitaria histórica por parte del Estado está socavando un bien fundamental para toda la sociedad:
LA SALUD
Es esencial comprender que la salud no es exclusiva de la medicina, sino que es un derecho de todos. Sin embargo, el Estado parece optar por enfrentarse a los médicos en lugar de aliarse con ellos para mejorar la calidad de la atención médica.
Urgimos una reformulación de la obsoleta ley de carrera sanitaria 5161/ 2005, que siempre va rezagada o fuera de tiempo si se busca una remuneración DIGNA, que no reconoce de manera adecuada aspectos tan básicos como el título profesional, la antigüedad, la especialización y la dedicación semiexclusiva.
La falta de oportunidades de crecimiento vertical, y horizontal, organigramas de antaño, falta de concursos para ascenso, atentan además a jubilaciones denigrantes próximas de colegiados mayores, que reciben esa migaja del salario ya paupérrimo.
Invitamos a las Autoridades Legislativas a este desafío en serio, a participar activamente en la búsqueda de soluciones dentro de la ley que nos rige.
Reconocemos que el problema es de todos y que las soluciones también deben ser construidas de manera colaborativa.
Queremos remarcar por enésima vez, que lo fundamental es garantizar mejores condiciones laborales. La falta de recursos, de insumos, el pluriempleo entre otras ha llevado a una situación de agotamiento y desgaste.
Puertas adentro también debemos sincerarnos los médicos. Es necesario y lo reconocemos, y estamos dispuestos a reconocer errores y corregirlos.
Pedimos la participación urgente de todos los sectores, identificando problemas y construyendo puentes en lugar de grietas y hostilidades.
Los pacientes lo merecen, es nuestra responsabilidad trabajar juntos para lograrlo.
Con profunda preocupación, escribimos esta larga carta, que es para ustedes, para todos, pero en especial para los responsables de dar las soluciones, ansiamos llegar a la sensatez para abordar una herida más, ¿será la última?
Es imperativo actuar con prontitud, pero más con CORDURA.
CONSEJO DIRECTIVO
COLEGIO DE MÉDICOS DE CATAMARCA